Los cilindros basados en normas ofrecen numerosas ventajas gracias a su normalización según las normas DIN o ISO. Son compatibles con otros componentes normalizados, facilitan el diseño y el mantenimiento y garantizan la calidad y fiabilidad. Sus dimensiones y características estándar permiten una producción con costes eficientes y un fácil suministro de piezas de recambio, lo que reduce los tiempos de inactividad. Están disponibles en diferentes diseños y materiales, lo que los hace adecuados para aplicaciones versátiles. Gracias a la modularidad, se pueden intercambiar piezas individuales, lo que ahorra recursos y promueve la sustentabilidad. Los cilindros basados en normas son universales, duraderos y económicos.