Los manómetros de glicerina WIKA son ideales para su uso en instalaciones donde varían mucho o incluso pulsan las presiones de operación (por ej., en sistemas hidráulicos o inmediatamente detrás de bombas). La carga de glicerina en el manómetro actúa como amortiguación y aumenta así la vida útil del mecanismo de medición. Todos los manómetros con glicerina tienen un tapón hermético en la parte superior de la carcasa. Este tapón está diseñado para evitar que la glicerina salga del manómetro durante el transporte. Después de la instalación, se lo debe abrir para que el manómetro muestre las presiones correctas. ¡Debe estar orientado hacia arriba para que no salga glicerina! La apertura puede realizarse, según el modelo, girando una palanca, cortando una punta de goma, pinchando...