Por lo general, el aire comprimido se limpia mediante una combinación de diferentes filtros (desde gruesos hasta finos). De esta manera aumenta notablemente la vida útil de cada filtro. La primera etapa de filtrado suele ser un separador ciclónico o filtro previo que elimina las impurezas gruesas y las gotas de agua. Le sigue un micro filtro o un filtro submicro que también filtra aerosoles de aceite y agua. Para eliminar los vapores de aceite del aire comprimido para aplicaciones especiales, se puede colocar un filtro de carbón activado después del filtro submicro. La combinación de filtros utilizada en cada ocasión depende de los requisitos de la aplicación.